El tío Camillo se parece al Papa Juan Pablo por su cara redonda, su sonrisa y sus gestos.
Tendría que dar gracias a Dios, por haber llegado a este país y tener la suerte de conocer a una persona tan bella y noble y con una mentalidad tan divina como la del tío Camillo.
Y conversando con él uno se siente tan feliz que lo vi como si fuera mi papá.
Cuando nos hemos visto aquí en Venezuela y al hablar con él uno se siente en las nubes porque me parece un ángel. Todas las personas que lo hemos tratado aquí en el Chupe sentimos igual.
Gracias por concerte.
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