Amanece un sol brillante, noticia generalizada en la familia, viene el tío Camillo y la tía Italia. Abraham el chofer de Don Salvador y Dona Josefa le dice a mi Papa El Buen Samaritano (como le decía mi tío Rafael): “Dr. Berti ya empezaron las movilizaciones de las bandejas de plata” Dice Abraham con su hablar enredado.” Ya empienzan las ordenes y contraordenes de la Sra. Angelina, Myriam y Olga” mi Papa le respondé: Téngales paciencia, sígales la corriente y haga lo que mejor le parezca. Comienza la celebración de la bienvenida del tío Camillo.
La primera celebración se hacia en Casa de los Abuelos Cupello, excelentes anfitriones, desde que tuve el sentido de la razón en la casa de El Paraíso, donde no faltaba un detalle, se empezaba con el brindis al tío Camillo con el Vermouth Cinzano y el tradicional menú en abundancia como buenos italianos, espaguettis, roast beef e isla flotante y vino tinto, entre otros. Los caballeros de un lado y las damas del otro lado, en la mesa de los caballeros, color nogal oscura de madera maciza estaban el tío Camillo festejado, el tío Rafael con su don de mando y mi Papa. Conversando todos sobre política y Rafael a la vez llamando: Angelina, Angelina, Angelina siempre con admiración hacia su esposa y el tío Antonio exacto sólo hablaba lo indispensable. Tío Enrique con su amor a la relojería coordinando el inventario de los primeros días del año, Nicola fumando su pipa y Frascuelo con su bondad, me acuerdo que le entregaba a cada niño un regalo, a mi en especial una caja de cintillos de todos los colores y una cocinita de hacer perros caliente. Manuel y Luis Augusto con sus negocios multimillonarios, Salvador y José Aramburo hablando de política.
Las mujeres por su parte alrededor de la tía Elvira que le explicaba sus recetas de cocina espectaculares, Elena pendiente de las recetas, María Eugenia siempre de moda impecable, mi tía Nena la más elegante y sobria, la tía Angelina diciéndole a los sobrinos que le recen al Espíritu Santo para que los iluminen en los exámenes, Zanahoria igual que su Papa, siempre mandando más que un dinamo y resolviendo siempre los problemas que se presentaban repentinamente, Aracelis y Carmen Elena como llegadas del imperio mismo (Italia) la tía Myriam con su belleza espectacular admirada por todos los caballeros del almuerzo, mi mamá enseñando a hacer gimnasia de su invención para la artritis y la tía Josefa observando la fisionomía para los retratos que pintaba. La tía Letty siempre hablando de Henry y la Joyería de Maracaibo. La tía Italia pendiente que a su esposo no le faltara un detalle y acomodando los vestidos y los peinados de sus hermanas.
Los niños varones en el jardín jugando palito mantequillero con el tío Frascuelo y las niñas hembras jugando la ere y el escondite.
Por supuesto mi tío Camillo con su elegancia, cordialidad y simpatía, como todo un Barón, titulo de nobleza, Barón Camillo Tosti di Cremoni.
Un Beso Grande tío Camillo, para toda tu familia en Italia, siempre te tengo presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario