Francia (periodista) con Pedro Vargas
Mi admirado Camillo Tosti:
Cuando tú estabas haciendo la guerra en el desierto, yo vivía en un pueblito al borde de la selva, donde el único radio era de mi padre.
Por allí pasaba todo el pueblo: el jefe civil, el boticario, el sacamuelas y los curas a escuchar las noticias de lo que sucedía en un lugar tan lejano como África.
Yo tenía unos 12 años, pero mi instinto de periodista me llevaba a buscar mapas, informaciones y por supuesto estaba en contra de los Nazis.
Cuando te conocí con Myriam, te veía como un actor de cine, Gassman por ejemplo.
Yo no podía creer que algún día iba a escuchar de viva voz el relato de esa horrible conflagración que fue la 2da guerra mundial.
Nunca me canso de escucharte. Me parecía que tu eras Napoleón llegando a Egipto al encuentro de aquel incendio forestal que él bautizó Flamboyanes, aquí los llamamos Acacias, pero es el mismo rojo incendiario y la fragancia tropical.
Si yo no estuviera tan vieja y aporreada me habría hecho feliz acompañarte en tu cumpleaños y ver por última vez la costa Amalfitana y la Bahía de Nápoles. Bueno debo conformarme que una vez estuve allí cuando aun tenía piernas.
¿Vendrás otra vez? Yo espero que sí para tener una larga conversación en tu buen español.
Camillo, con las Myriams aprendí a quererte. La admiración es por cuenta mía. Un abrazo muy afectivo de tu amiga venezolana
Francia Natera
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