Pancho Massiani, mi amigo y estupendo escritor, conoció al tío Camillo hace 2 años en una de las cenas de los domingos de mi mamá. Coincidieron él, el tío Camillo y María Gracia, mi prima maracucha, una catira sugestiva y coqueta. Los 2 se la disputaban. Al tío se le ocurrió decir que las mujeres llevaban ventaja en el amor a los hombres pues la potencia no la perdían nunca. Pancho con vehemencia dijo que eso no era así:
-Por ejemplo Picasso, incluso anciano, fue exitoso con las mujeres y además era capaz de hacer unos dibujos extraordinarios a su edad.
-¡Quisieras poseer uno de esos dibujos? Le preguntó Camillo
- No hay nada que me gustaría más-
- Arreglado tú te quedas con el dibujo y yo me llevo a la muchacha-
Pancho me miro y dijo:
-Ese viejo sátiro me jodió-
Pensando en esto decidí entrevistar a Pancho. Al principio recordaba vagamente el incidente y cambió la versión de los hechos al final, de indignación a que le dio mucha risa. Pero si recordó muy bien el espíritu del momento y la sicología de los presentes.
-Y atacaba a María Gracia de frente y ella fascinada que la atacáramos, por cierto. Por él y por mí también……..Recuerdo su mirada que no era la de un hombre de su edad, ni mucho menos, era una mirada pícara de un adolecente. Él debe haber tenido muchas mujeres-
-No lo sé, pero no pareciera- dije yo -Lo que te puedo decir es que hasta que murió su esposa tenía un aire muy conservador, de lo que sólo le queda la forma de vestirse, siempre con fluses oscuros y corbata. Además siempre estaban agarrados de manos, él y su esposa. Es difícil imaginárselo con una amante-
-Que sabes tú, agregó Pancho (que si ha tenido muchas) Su mirada a María Gracia no era la de un hombre que cree en el matrimonio y esas boberías-
- Bueno, es que él cambió mucho después de la viudez. Cuando perdió la esposa -pensamos todos- que se le iba a acabar la vida y lo que hizo fue cambiar de personalidad. Cuando yo habló de él todos se asombran porque digo que casi a sus 100 años toma sólo el autobús, da una vuelta por el centro, va al banco… Pero la principal motivación de su salida es el paseo en autobús donde conoce cada día a una mujer distinta a quien la trata de entrada con toda confianza, pues al presentarse lo primero que dice tengo 99 años y ¡quien va a decirle a una persona de ese edad que es un atrevido!
- Y me pareció también que debe ser enamoradizo, porque en Roma debe haber también mujeres muy bellas. ¿Él vive solo? me preguntó Pancho.
-Si y no. Tiene una nieta que a veces viaja y otras está cerca. Cuando está lo ve mucho porque vive en el apartamento de al lado- La que sí está siempre es Elsi que trabaja para él y a quien le ha tomado cariño, almuerzan juntos en la mesa-
-Elsi entonces, se convirtió en una amiga y lo acompaña. Dijo Pancho ¿Y por cierto es joven?
- Si más joven que yo-
- Aha, tiene buen gusto el desgraciado-
- jaa, como que le tienes envidia Pancho-
- No, no es eso, es una persona encantadora. Lo que me llamó la atención es que a su edad tiene un gran apetito de vida. La temperatura de su mirada es la de un muchacho joven. Él lo que es un gran gozón. No me refiero a un tipo lleno de excesos sino a una persona que disfruta la vida: una buena amistad, el bello rostro de una mujer….. Debe ser bueno tenerlo de amigo-
-Te advierto Pancho que a él le gustan sobre todo las mujeres, lo que es natural, pero él lo lleva al extremo. Por ejemplo el prefiere una reunión sólo de mujeres-
-Tiene toda la razón porque a pesar de lo interesante e importante que te pueda decir un hombre inteligentísimo, en una reunión, resulta más grato y divertido las boberías que dice una mujer. Yo estoy completamente de acuerdo con tu tío Camillo-
-Llegue a conocer Paris y Londres y desde luego Madrid donde viví un año y escribí “Renate”. Pero Roma no la conozco y debe ser maravillosa. Imagino a tu tío CamilloTosti en autobús, dispuesto a saltar por la ventana con cada Monica Belluci que ve en la calle. Debe ser difícil aguantarlo en un momento de asombro ante la belleza de una mujer romana. Si bien no conozco Roma, amo la poesía y en general la literatura de Italia, su narrativa, como por ejemplo, la de Cesare Pavese, del que tengo un libro maravilloso llamado “Trabajar Cansa” (Lavorare Stanca) , también Alberto Moravia y Giuseppe Tomasi di Lampedusa con “Il Gattopardo”, que fue llevada al cine por la maravillosa Claudia Cardinale y Burt Lancaster.
-Cuando lo veas en Roma le das un gran abrazo y le compras una revista de Playboy de mi parte, como regalo de sus 100 años-
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