Yo tengo recuerdos del tío Camillo, MUCHOS!!!
Cuando tenía 14 años y estaba estudiando en un internado en Londres con Silvia, nos dieron las vacaciones de Pascuas, (EASTER) llegamos al apartamento del tío Camillo y la tía Italia: Me pareció bello y elegante, desde su apartamento se ve” Villa Borghese” pero no me sorprendió, yo más bien imaginaba que él vivía en un castillo porque siempre se vestía muy elegante y decían que era NOBLE.
A esa edad, lo primero que me impresionó del tío Camillo es que nunca levantaba la voz. Comíamos muy bien, un almuerzo, era larguíiiiiiisimo, por ejemplo: la entrada antipasto, un primer plato, minestra o pasta, seguía con segundo plato, carne milanesa con puré de patate y espinacas, seguía con quesos y frutas de la temporada, cerraban con crostata de manzana y por último café!!! El zio Camillo, comía poco pero de todo. Y la tía Italia todavía le preguntaba: tu ai ancora famme? Él le contestaba siempre muy cariñoso, no mi Chiquitina!
Después de la cena llegaban sus amigos a jugar el bridge. De la que más me acuerdo de sus amigos, era de Sara una mujer feíiiiiisima que asustaba, pero encantadora, el tío Camillo le decía Sara la BONITA!
Nos dieron el cuarto al lado de los tíos, ese día, abrí una gaveta de un tocador y la encontré llena de regalos, con un papelito y un alfiler con los nombres, entendí que la tía Italia pasaba todo el año comprando regalos para toda la familia. Eso no le gustaba mucho al tío Camillo. Pero no le decía nada!
Antes de acostarme, Silvia me dijo tienes que ser ordenada porque la Tía Italia, te revisa el closet. Ordené y guindé la ropa lo que para mí era impecable, me acosté a dormir.
En la mañana nos despertó una Señora (creo se llamaba PINA) me llevó el café con leche y unas galleticas a la cama! (Algo que mi papá jamás dejó que hiciéramos, comer en el cuarto!)
Más tarde, entró la Tía Italia al cuarto, revisó el closet, pensé que me iba a felicitar, pero dijo,: “que desorden, como guindan mal estos pantalones, los pantalones se guindan por el filo y NO tienen ruedos”. (lo habíamos engrapado!) “y las medias llenas de huecos”(nos poníamos 2 pares de medias para tapar los huecos de un lado y de otro), de inmediato la tía Italia, comenzó a llamar: “ Camillo, Camillo,…(yo pensé: se va a poner furioso), la tía Italia, le dijo hay que llevar a las niñas donde Antonietta! (Era la costurera). El tío Camillo: “Sí, Claro mi Chiquitina” ma lascia le bimbe in pace”. Al año siguiente, cuando hice la maleta, lo primero que metí fue toda la ropa rota que tenía! El tío Camillo pasó por lo menos 2 horas en la costurera con mucha paciencia, inmutable y siempre de buen humor. No se ponía bravo. Tuvo que aprobar cada ruedo de cada pantalón, cada falda o vestido. A mí me dijo eres una FALSA MAGRA! Que es magra tío? Contestó: es flaca! Desde entonces entendí que siempre he sido una FALSA FLACA!
Nos llevaron a comer los dulces Mont Blanc (con crema de marrón glasé y panna!) uuuhm.
El tío Camillo y la Tía Italia nos llevaban a pasear por Roma en las tardes. Vi por primera vez, El Coliseo, El Panteón, El Vaticano, Piazza Navona, La Fontana di Trevi, todas las maravillas de Roma. Había muchísimo tráfico, los carros chiquiticos, choferes se insultaban en el tráfico, nos llevaron a la Rinascente a comprar medias, por supuesto, etc. El hacía todo lo que la tía Italia le pedía.
Un día en la noche, paseando vimos unas mujeres en la calle, le pregunté que estaban haciendo, la tía Italia contestó: esas son “MUJERES MALUCAS” el tío Camillo, dijo:
“ Malucas?? NO, BUENAS y COMPLACIENTES”, la tía Italia lo regaño con los ojos, pero, se sonrió! Y ambos se rieron mucho. Ese chiste, lo entendí varios años después. Entre ellos había una relación muy bonita, siempre se veían enamorados.
En las reuniones los domingos en casa de los Abuelos Cupello en el Paraíso, todo el mundo hablaba a la vez, subían la voz, discutían se reían, casi siempre los hombres se sentaban a conversar juntos y las mujeres en otra mesa, acompañadas con el único hombre: el tío Camillo, su preferencia por las mujeres era evidente! Creo que entre todas las tías prefería a Olguita!
El Tío Camillo y la Tía Italia siempre venían a Venezuela todos los años, por 3 meses, cargados de regalos para toda la familia, tenían un regalo buenísimo, para cada sobrino, tío, primos, hermanos, era impresionante, no se les olvidaba nadie!
Siempre está listo, puntual o más bien mucho antes de la hora de salida, para cualquier fiesta, reunión. Una noche iban a un matrimonio, mi papá ya vestido, le pregunta al tío Camillo, también ya listo: Y Angelina? ya está lista? El sabía que mi mamá, ni se había empezado a vestir, y le contesta: Angelina está CASI lista! (Mi papá, sí se ponía furioso).
En los problemas que se presentaban en la familia, hoy decir a mi papá, tío Arturo, y tío Enrique, esperemos que llegue Camillo para decidir. Una que otra vez, cuando pasaba algo, que no me parecía, le decía, pero tío dile algo, me contestó: “cualquier cosa que yo diga no va a cambiar nada”.
Una vez que murieron los abuelos Cupello, llegaban a mi cuarto en Caracas, porque yo vivía en Margarita.
Cuando me mudé a Caracas, todos los años, le desocupo mi closet para poner sus cosas, el tío Camillo es muy austero y ordenado, no necesita, ni un cuarto del closet, y mi closet es pequeño. Todo lo tiene impecablemente ordenado.
El dice, las mujeres pueden ser: “Guapas, buena mozas, bonitas, atractivas, simpáticas, con gancho y tigresas”.
Más reciente, Luis y yo invitamos al Tío Camillo y a la Tía Myriam a almorzar al restaurant Alta Mar, apenas nos bajamos del carro, con sus 98 años, no se le escapó, una señora que venía saliendo mostrando unos senos muy grandes. El tío Camillo me dijo: “esa Señora sacó a pasear los senos”!
Cuando estamos con Luis, siempre me pregunta, como el que no sabe nada: “ Eliana porque dicen en Venezuela: Si, Luis?!”
En una reunión en casa de tía Myriam, un domingo, otra vez la gritería y el escándalo, el tío Camillo tranquilo, paciente, observando y Beatriz Berti dice: “pero cállense, que tienen atormentado al Tío Camillo, me pregunto: ¿cómo el pobre tío Camillo ha aguantado esta familia de locos???” Y yo le contesté es que él es: TOSTI! Ese chiste siempre lo repetía, le encantó!
Podría contar muchas otras anécdotas con el Tío Camillo, sería demasiado largo. Concluyo: es un hombre sabio, paciente, bueno, correcto, diplomático, educado, elegante y RESISTENTE A TODA PRUEBA, ha sabido llevar las más duras cargas, pero, siempre manteniendo su buen humor. Tenemos que aprender mucho de este GRAN TIO CAMILLO, te queremos y deseo que vivas 100 años más!
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