Mi queridísimo Tío Camilo:
Feliz Centenario , que privilegio para los Berti Osorio ser requeridos para dar testimonio de esas valiosísimas y alegres experiencia de compartir momentos de intimidad familiar junto a la querida, discreta, elegante y dulce Tía Italia; luego contigo cuando con tus frecuentes visitas a Venezuela. Sentimos como en el milagro del amor compartido, el Tío Camilo guardaba en su Ser las mismas virtudes de la Tía Italia, sumando a ésta un gran sentido del humor y un grado de sabiduría y conocimiento cultural que hace que tu presencia sea un regalo tanto para familiares como amigos.
Uno de los chistes familiares que oíamos desde pequeños era el cuento de mi papa cuando fue a conocer la familia Cupello y la Tía Josefa muy orgullosa empezó a presentar los flamantes apellidos de los esposos de sus hijas; Arturo Luis Berti Márquez, Antonio Álamo Bartolomé, Enrique Amado y (el mas rimbombante de todos por supuesto de ultimo) Il Barone Camilo Tosti de Cremoni!!!! Y mi papa le pregunta a la Tía Josefa ¿familia de Trurroni de Alicanti? A si¡!!!responde muy orgullosa la Tía Josefa: “ todos ellos son parientes”. Desde ese tiempo creo que el nombre del Tío Camilo ya nos producía curiosidad y alegría.
Queremos recordar contigo ese maravilloso día, en que fuiste con la Tía Myriam, María de Lourdes y Sonia a reunirnos con Cisco y Yuye , en Tejerías, los Teques. Un lugar en el campo con una bella casa colonial con grandes ventanales y corredores que permiten disfrutar el hermoso paisaje de montaña, donde Cisco quien es aficionado a los caballos tiene una caballeriza , y frecuentemente se reúnen amigos y familiares. Por eso Cisco, otro de los sobrinos admiradores del Tío Camilo, quiso invitarte para la hacienda; cuando llegamos allá estaba también invitado el gran poeta venezolano Luis Alberto Crespo, quien estaba montado en un brioso caballo y al notar la presencia del elegantísimo Conde Di Cremona vistiendo un impecable flus azul marino y corbata haciendo juego con el atuendo, exclamo sorprendidísimo :“Parece usted recién salido de Barlovento”, Camilo quien inmediatamente capto el humor con que el poeta elaboró el contraste que destilaba su presencia con lo rustico del ambiente, empezó a reírse a carcajadas contagiándonos a todos los que rodeábamos la alegre escena entre Luis Alberto, jinete y poeta llanero y el Tío Camilo, caballero romano.
Tengo otras dos anécdotas relacionadas contigo, en diferentes lugares, el primero fue en Caracas en la Quinta Veracruz en el Paraíso, estaba toda la familia reunida para darte la bienvenida a ti e Italia y de metiche intervine en una discusión que estaban teniendo Rafael, Antonio, Camilo, Italia. cuando oí que alguien dijo: “si Italia no hubiera entregado a Libia la historia hubiera sido diferente” y salí yo a preguntarle a Italia ¿Tía y porque la entregaste? Más vale que me hubiera quedado muda, me sentí mal por la reacción de poca humildad de los sabiondos asombrados de mi falta de conocimiento de la historia.
La otra que voy contar después de muchos años, la madurez me da valentía para confesar mis temores de adolescente, fue cuando fuimos a Roma a visitar a Italia y Camilo, el Tío Enrique, Tía Elvira Ñau y yo. Recuerdo que yo dormía en la biblioteca y que el baño que me correspondía ir quedaba en el cuarto de Carlitos, cosa que para mí era muy difícil pues Tía Elvira nos había contado que a Carlitos le decían ”la hojilla porque pasaba a todas las muchachas por el filo”, no saben en las noches el frio que pase tratando de aguantar las gana de hacer pipi, para no ir al baño. Una noche no pude aguantar y vi un hermoso jarrón japonés que me fue muy útil; lo malo fue al amanecer, tratando de lavarlo para no dejar huella del buen uso a que lo había destinado! Regrese a Caracas sintiéndome como una héroe Romana, pues había salvaguardado mi virginidad y a la vez como una maga, pues había trasformado un valioso jarrón Chino en bacinilla!
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